Durante una inspección a los ductos de Pemex que cruzan por la Ciudad de México fueron descubiertas cuatro tomas clandestinas, dos en la calle de Añil, una en Francisco del Paso y Troncoso y otra en el Río de los Remedios.
Añil es una calle que desde 2019 está cerrada debido al hallazgo de tomas clandestinas a escasos metros de una de las plantas de Pemex, pese a ello continúa el robo de hidrocarburos.
Ayer, la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, ingresaron al predio ubicado en el número 271, que estaba habilitado como bodega y ahí se encontró el otro extremo de la toma clandestina, justo en los registros de agua.
“Se hicieron los trabajos de apertura del lugar y efectivamente se encontró la primera toma clandestina e identificamos el lugar, un taller, que es por donde estaba saliendo la manguera que estaba trayendo el hidrocarburo”, dijo Myriam Urzúa, secretaria de Protección Civil.
En la misma calle, frente al predio número 220, descubrieron una segunda toma. Las autoridades no ofrecieron más detalles de su probable uso ilícito. En ambas tomas no hay riesgo de filtración al subsuelo y tampoco daño colateral, según explicaron las autoridades capitalinas.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México será la encargada de abrir un expediente.