En 2016, cuando el gobernador Carlos Joaquín tomó posesión al frente de Quintana Roo, las cifras de violencia, situación de pobreza y desempleo aumentaron.
En ese mismo año, Quintana Roo fue el doceavo estado menos violento del país con una tasa de 11 asesinatos por cada 100,000 habitantes, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Durante 2021 Quintana Roo tuvo una tasa de 31.5 homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes, lo cual lo colocó como el décimo estado más violento del país.
La tasa de homicidios en Quintana Roo subió 20.5, lo cual lo pone como el sexto estado en el que más aumentó la violencia en los últimos cinco años, solo debajo de Zacatecas, Baja California, Sonora, Guanajuato y Morelos.
En cuanto al nivel de pobreza; en 2016 Quintana Roo era el doceavo estado menos pobre, con el 31.7% de su población en esas condiciones, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Para 2020 –en el cuarto año de gobierno de Carlos Joaquín– la entidad se convirtió en el treceavo estado más pobre, con 47.5% de su población en situación de pobreza.
Es decir que entre 2016 y 2020 Quintana Roo fue el estado en el que más avanzó la pobreza, con un aumento de 15.8% de su población en esta situación y bastante lejos del segundo lugar, la Ciudad de México, en donde la pobreza avanzó 6%.